Esta receta vegetariana es muy sencilla de hacer, en unos pocos minutos dispones de un buen plato de crema de calabacín para cenar o para acompañar una comida más amplia. Es una receta fácil que puede hacer todo el mundo. Esta receta saludable es una auténtica joya de la libreta de mamá, siempre está ahí para ofrecer ese punto de sencillez y sabor a un día cualquiera.
A mí, personalmente, cada vez que me dicen cómo la hago o me piden consejo para que me salga mejor, siempre la título como la receta secreta de los mocos verdes. Así le damos un toque de humor a un plato que parece muy simple a primera vista pero que esconde pequeños secretos que pueden convertirlo en una elección indispensable para no caer en la tentación de la comida chatarra. Además, las verduras me encantan y siempre son el mejor aliado para mantener una dieta sana y equilibrada
Ingredientes
- 2 Calabacines (a mí me gusta cogerlos pequeñitos, ya que está más tiernos y jugosos)
- 1 Patata, en el caso de que sea pequeña con un par de ellas bastaría
- 1 Cebolla (Podríamos hacer este puré con diferentes clases de cebolla, a mí la cebolla blanca me gusta mucho y la roja también)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta
Cómo hacer Crema de Calabacín
Primero preparamos toda la verdura: vamos a lavar la patata, la pelamos y la cortamos en trozos no muy grandes para que no tarde mucho en hacerse, ahora nos ponemos las gafas protectoras que usan los albañiles y empezamos a pelar la cebolla, cuando las lágrimas estén sobre nuestra mejilla quiere decir que es el momento de cortarla en cuatro pedacitos y dejarla preparada.
Sólo nos queda preparar los dos calabacines, le cortas las puntitas, los pelamos (recomendable pelador para no llevarte la mitad del calabacín) y los partes en trozos no muy grandes para que no tarden mucho en cocerse.
Preparamos una olla con agua, le añadimos sal y pimienta al gusto, a mí también me gusta en este momento echar un chorrito de aceite de oliva virgen extra para darle un toque de sabor. El fuego tiene que estar fuerte hasta que consigamos que hierva, tapamos la olla y lo dejamos a fuego medio hasta que todas las verduras estén bien cocidas.
Manos en los mocos
Cuando esté todo bien cocido, dejamos que se enfríe un poco y lo batimos todo muy bien para que no quede ningún grumito. Tengo varios amigos que llegados a este punto le echan un chorrito de leche vegetal para que le dé una textura más cremosa, a mí personalmente me gusta mucho más sin este agregado.
Esta receta vegetariana de crema de calabacín ya está lista para ser devorada por los comensales. Sin embargo es el momento de darle un toque especial para que todo el mundo se quede sorprendido y devore su plato hasta el final.
El truco está en servir esta crema de calabacín con pequeños picatostes de pan frito, si los sirves a parte de la crema para que los amigos los cojan y los agreguen a sus platos verás la lucha encarnizada que habrá en el centro de la mesa. Cuando emplates la crema de calabacín, échale un chorrito de aceite a cada uno de los platos para que tenga un sabor más jugoso .Si echas de menos a tu madre, no lo pienses más y disfruta de todas sus recetas.
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