(Para 6 personas)
1 k. de patatas
6 piezas de carne de cordero o pollo al gusto
1 cebolla grande
Un tomate
3 o 4 ramas de perejil
10 almendras
Una cabeza mediana de ajos pelados
1 vaso de vino blanco o cava
1 vaso de leche entera
Sal y pimienta al gusto
Piñones
7 u 8 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
RECETA FÁCIL
En primer lugar pelaremos las patatas y las cortaremos a gajos o en mitades, en dependencia de su tamaño. Las dejaremos preparadas en un recipiente auxiliar para utilizarlas cuando nos hagan falta. Lo mismo haremos con la cebolla y el tomate.
En segundo lugar haremos la picadura del asado. Pondremos en un recipiente los ajos pelados, el perejil, las almendras, el vino blanco (que puede ser sustituido por cava si se desea), la leche, la sal y la pimienta. Lo batiremos todo hasta conseguir una salsa uniforme.
A continuación tomaremos la cazuela de barro (o un recipiente similar apto para horno y de, al menos, unos ocho centímetros de hondo); Colocaremos en ella unas cuantas patatas y añadiremos la carne colocándola estratégicamente para que quede repartida por todo el recipiente. Del mismo modo, pondremos posteriormente el resto de patatas, la cebolla, el tomate y los piñones.
Seguidamente no nos queda más que verter, con la ayuda de un cucharón, la picadura que previamente hemos elaborado con la ayuda de la batidora. Es importante que todos los ingredientes queden impregnados de esta salsa, para que el asado tome su sabor de manera uniforme. Por último añadiremos el aceite del mismo modo, repartiéndolo por toda la cazuela.
Nuestro recipiente está preparado para ser introducido en el horno precalentado previamente. La temperatura ideal para cocinar el asado es de 225 grados aproximadamente y sin el grill, es decir, sólo pondremos en funcionamiento la parte baja del horno.
Finalmente hornearemos, bajo vigilancia, durante una hora y media o dos aproximadamente, en dependencia del recipiente utilizado (en la cazuela de barro el proceso de horneado suele ser más lento) y de la potencia del horno.
Cuando las patatas y la carne estén doradas, nuestro asado estará listo para ser servido con un buen vino. ¡Qué aproveche!
Toñi Hurtado
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